Lo que Maquiavelo no dijo
Beatriz Vargas Peláez
Lo que Maquiavelo no dijo
Por: Beatriz A. Vargas Peláez
La pobre oposición
Después del primero de julio de 2018 el panorama político cambió radicalmente, poniendo a la oposición de siempre al poder y a los del poder en la oposición, surgiendo desde esta fecha tres noticias nuevas para la incipiente oposición política mexicana: una buena, una mala y la otra peor para el PRI y PAN, por considerar a estos partidos políticos la principal oposición en México.
La buena noticia, se les debe.
La forma en cómo reacciona la derecha mexicana representada en el PAN ha sido desafortunada, pues ya pasó el año y aún no superan la gran derrota que tuvieron en los Congresos locales, federal, gubernaturas y por supuesto la Presidencia.
La estrategia de criticar todo lo que haga Andrés Manuel López Obrador lo sigue colocando a la cabeza de la agenda nacional y sobretodo mediática.
La obsesión de seguir alentando noticias falsas debe cesar para dar paso a que la oposición en México construya su propia agenda y se dedique a difundirla para ir colocándose entre el electorado como una opción diferente a la Cuarta Transformación, pero sobretodo tiene que ser creíble.
Esa es la mala noticia para la oposición mexicana.
Porque generar credibilidad no se da en los árboles y de ahí viene la complejidad de crear una agenda nueva que posicione al PAN y al PRI como partidos que generen votos sin necesidad de comprarlos, ya sea a billetazo, despensas y otro tipo de dádivas.
Y todavía se viene la peor noticia. Se estiman al menos 12 años para construir un partido político diferente y creíble, porque no vende coca cola ni cervezas, vende ideas y para que estas se posicionen en la mente del consumidor debe pasar un largo tiempo para que surja efecto.
Esto aunado a que un político sin causas no es político, la oposición mexicana tiene muchísimo trabajo que hacer, muchas marchas de protesta que organizar, mucho activismo en centros sociales, juzgados, Congresos e instituciones que emprender.
Habrá muchos y muchas que no quieran arremangarse las mangas para ensuciarse las manos en un trabajo arduo, mal pagado y muchas veces decepcionante. Pero si no es así, deberían estar seguros de esperar su extinción.
El mapa político en México cambió porque su electorado cambió. Gana quien se sabe las reglas del juego y la estrategia del PRI en apostar todo al PRIMOR también tiene fecha de caducidad.
La ausencia de una oposición seria y responsable ha dado por resultado que a estas alturas no exista quien le cuestione a Andrés Manuel López Obrador, arropado o arropada por una gran base social que legitime esos cuestionamientos. No existe un peje del peje.
De continuar así la pobre oposición, está vendrá del Partido oficial en turno, porque para criticar a alguien de Morena otro u otra de Morena, en donde en estos momentos se libra una batalla por generar autocritica y deshacerse de aquellos personajes que no se adapten a la Cuarta Transformación del Presidente de la República.
Solo existen malas y pésimas noticias para la oposición, pero también para la democracia en México, porque se necesitan de diversos pensamientos y visiones para construir.
De eso también es vasto ejemplo López Obrador, estén de acuerdo con él o no, le llevó años construir un movimiento que lo llevó a la Presidencia de la República.