Pese al anuncio de Andrés Manuel López Obrador para recortar el 70% de las plazas federales le apuntaba directamente como parte de esos altos burócratas que se menciona sobran en la nómina, no existe preocupación para dejar de comprar durante este Buen Fin.
El aún funcionario, del que se omite su identidad, dice que ellos "saben" que con cada cambio de administración se debe aceptar su renuncia, pues forma parte de un ciclo. Para el anterior, ellos suplieron azules y en el presente lo harían los guindas. Lo único que cambia, asegura, es que al parecer no los relevará nadie y esa falta de "prisa" por quien ocupará su lugar puede darles unos meses o incluso años a algunos de ellos.
Con todo y ello, confían en que su liquidación sea suficiente para emprender un negocio y/o darles el tiempo suficiente para volverse a acomodar. A diferencia de otros partidos, dice que los emanados del tricolor son una "familia" por lo menos en su corriente, la "gente" de Osorio Chong.
En la Ciudad de México, donde muchos otros burócratas de Hidalgo migraron, sin importar el frío y los vaivenes económicos, en el primer minuto de este viernes la cortina de Sam’s Club Universidad se alzó para dar paso a cientos de compradores que emocionados entraron con sus carritos en búsqueda de pantallas, videojuegos, celulares, entre otros productos.
Minutos antes de que abriera la tienda, estaba María, quien es ama de casa que cada año acude con su familia a esta sucursal.
’Vamos a comprar una pantalla y un celular. Ya lo teníamos planeado, cada año aprovechamos el Buen Fin’, cuenta María.
Carmen Kingston, vicepresidenta de Operaciones para Sam’s Club, explica que este año han visto un mayor tráfico de clientes en comparación con ediciones anteriores, al tiempo en que hay más movimiento de productos de alto ticket, entre ellos pantallas.
’Nosotros empezamos a prepararnos desde el año pasado. Desde que terminamos el Buen Fin evaluamos lo que funcionó y lo que no. Desde el año pasado, todo el equipo de Operaciones, Compras y Membresías nos reunimos para identificar maneras en las que podamos ganar a la siguiente temporada’, contó.
Entre los productos que más captaron la atención de los consumidores se encuentran las pantallas, celulares y hubo quien salió con cajas de Xbox y consolas de PlayStation.
’Este año agregamos algunos productos de abarrotes y consumibles. Esta edición es muy particular porque cae en quincena y puente. Para este evento decidimos apostarle con más inventario’, añadió.
Se trata de la octava edición de un programa que se creó en 2011 para reactivar la economía, impulsando el consumo, dentro de los hogares mexicanos.
En total, para este 2018 se prevé una derrama económica de 97,000 millones de pesos en el país por el Buen Fin, lo que significa un crecimiento del 5% en comparación con lo registrado en la edición de 2017.
Sólo en la capital se esperan ventas por 19,600 millones de pesos, con un incremento de 4.5% frente a lo registrado el año pasado. Dicha cifra representa aproximadamente 20% del total de lo que se comercializará en el país, de acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de la Ciudad de México.
En agosto de este año, miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) señalaron que el balance de riesgos para la economía continúa sesgado a la baja, ante un entorno complejo y la incertidumbre sobre la renegociación de los acuerdos comerciales con Estados Unidos, según la agencia Reuters.
