A través de centros comunitarios y la Línea de Vida, la SSH atiende el consumo de sustancias psicoactivas
En Hidalgo, las Unidades de Especialidades Médicas – Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (UNEME CECOSAMA) llevan a cabo pláticas preventivas, en escuelas de educación básica y media superior, con el objetivo de informar y concientizar a estudiantes sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias psicoactivas.
Asimismo, se difunde la ’Línea de la Vida’ (800 911 2000), un servicio de atención oportuna y especializada disponible las 24 horas, los siete días de la semana, para brindar apoyo y orientación en temas relacionados con adicciones.
En 2023, la mayor demanda de atención por consumo de sustancias psicoactivas fue por estimulantes tipo anfetamínico (40.49%), seguido de alcohol (30.51%) y marihuana (14.01%).
Aunque el consumo de fentanilo se incrementó en el país, en el territorio hidalguense solo se registraron 9 casos de atención por fármacos opioides, incluyendo los casos en menores de 12 a 17 años.
La población masculina registró el 83.22% de la demanda de atención, siendo los grupos etarios más afectados, los varones entre los 25 y 35 años de edad, seguido de los mayores de 35, y los que se encuentran entre los 18 y 24 años.
Durante el 2024, se llevaron a cabo 1,613 acciones para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas y de promoción de la salud mental. Se brindaron 2,134 consultas de primera vez, y 8,020 consultas subsecuentes.
De igual manera, se efectuaron 12,109 tamizajes para la detección oportuna del consumo de sustancias y/o problemas asociados a la salud mental.
La adicción a las drogas se considera una enfermedad neurológica que se caracteriza por la búsqueda compulsiva de alivio o recompensas, a través del consumo de sustancias.
Lo que provoca la incapacidad de controlar el comportamiento, por un deseo imperioso de consumir.
Algunos indicadores de adicción incluyen consumir en mayores cantidades de lo planeado, deseo persistente de dejar de consumir, dedicar mucho tiempo a actividades relacionadas con la sustancia, reducir actividades cotidianas, y continuar consumiendo a pesar de conocer los riesgos.