El negocio lucrativo de las indulgencias


"Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas, antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas".

El negocio lucrativo de las indulgencias


Cultura
Mayo 29, 2020 11:10 hrs.
Cultura ›
Magda Bello. Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2018 › Líderes Políticos

2,232 vistas

La reforma de la Iglesia Católica no comienza con Martín Lutero, Antes Juan Wiclef traductor y teólogo ingles de origen judío, fundador del movimiento conocido como los Lolardos, considerado como el padre espiritual de los husitas, cuyo precursor es el teólogo y filósofo Juan Huss, quemado en la hoguera, por oponerse al pago obligatorio de las indulgencias, las cuales aseguraban un pasaje pagano al paraíso celestial.

Un siglo después de Juan Huss, levanta su voz el teólogo y fraile católico agustino Martín Lutero, que en 1511 fue enviado a Roma, quedando profundamente trastornado por el lujo de la corte pontifical y el relajamiento del clero italiano. Algunos años después, no teniendo el papa León X dinero para continuar la construcción de la basílica de San Pedro (en la que ya se habían gastado cerca de 70 millones de dólares actuales).

Martín Lutero en sus 95 tesis no solo ayudaron abolir una época oscura y nefasta del más grande fraude de todos los tiempos "Las Indulgencias" que sin escape alguno, terratenientes, gobernadores, reyes, aldeanos se libraban del pago obligatorio por la redención de sus pecados. La reforma no cambiaba la religión sino el sistema económico que conduciría al mundo a un empobrecimiento brutal con mayor aceleración e impacto social. Lutero envió sus tesis anexadas a una carta al arzobispo elector de Maguncia, Alberto de Brandeburgo, y el 31 de octubre de 1517 clavara un cartel con sus 95 tesis en la puerta de la iglesia en Wittenberg "La iglesia de Todos los Santos", la Schlosskirche (Iglesia del Palacio).

Aquí les dejo tres tesis de las 95:

"— 45. Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios. (…)

— 47. Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación. (…)

— 50. Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas".

A pesar de las innumerables bulas de papales que enviaban a Lutero a un juicio inminente hacia la hoguera, Lutero acudió, protegido contra todo arresto por un salvoconducto de Carlos V. Se le pidió que se retractase (que renegase de sus ideas), pero se negó con firmeza, “porque, dijo, no es bueno para el cristiano hablar contra su conciencia”.
Entonces, la dieta lo condenó (mayo de 1521). Luego de esta sentencia, Lutero podía ser arrestado y conducido a la hoguera en cuanto expirara su salvoconducto. De aquí que, al dejar Worms, algunos caballeros enviados por el elector Federico de Sajonia -otro de sus protectores-, lo rescataran y trasladaran en secreto al castillo de Wartburg (Turingia). Allí permaneció oculto como un año. La estancia de Lutero en Wartburg fue el comienzo de un periodo constructivo de su carrera como reformador. Mientras se encontraba allí, Lutero tradujo la Biblia al alemán, lo que popularizó este libro entre la gente más sencilla y marcó un hito en la consolidación del idioma alemán.

En su "desierto" o "Patmos" de Wartburg (como le llamaba en sus cartas), imprimió el Nuevo Testamento en septiembre de 1522. Además de otros escritos, preparó la primera parte de su guía para párrocos y su Von der Beichte (Sobre la confesión), en la que niega la obligación de la confesión y admite la validez de las confesiones privadas voluntarias. Se Promulgó a favor del sagrado matrimonio y el sacerdocio, como era obligatorio en la ley judía.

El luteranismo fue adoptado por señores poderosos como Carlos V.

En 1517, Lutero se reveló contra el abuso de las indulgencias y la manera de venderlas. El ataque fue tanto más violento, cuanto que la congregación de los dominicos era rival de los agustinos. Advertido el papa, no vio en aquello más que una simple querella de monjes. Lutero no renegaba de su sumisión al papa y hacía alarde de su voluntad de obedecerle; pero, al mismo tiempo, redoblaba sus críticas contra la organización de la Iglesia, y, yendo aún más lejos, atacaba también a los dogmas.

El conflicto entre Lutero y el papado se desencadenó poco después de que Carlos I de España fuera elegido Emperador del Sacro Imperio (1519), asumiendo con el nombre de Carlos V. La querella le inquietaba: primero, porque era católico ferviente; segundo, porque toda Alemania estaba interesada en ella; y tercero, porque antes de su elección había prometido a los electores que no permitiría que se condenara a ningún alemán sin ser sometido a un juicio imparcial. Existía, entonces, el riesgo de que resultara una causa de división en un Estado ya muy dividido, y de que arruinara la autoridad imperial. De aquí que, “para lavarse las manos” -según ciertos historiadores-, citara a Lutero a comparecer ante la reunión de los representantes del Imperio, la dieta, convocada en la ciudad de Worms (oeste de Alemania).



Derechos Reservados

Derechos Reservados.
Queda prohibida su reproducción parcial y/o total de esta publicación, derechos reservados por su autor Magda Bello y Revista Líderes Políticos.



Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.


El negocio lucrativo de las indulgencias

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.