EL POETA DE LOS OBREROS
Vladimir Mayakovski
Por Magda Bello (Premio Internacional de poesía Rubén Darío, 2018)
Este pasado 29 de enero, 2020, en el Palacio Nacional de Cultura, Managua, Nicaragua. Presenté mi obra titulada INVIERNO EN MOSKOVA, dedicada al que he elogiado como el poeta de los obreros Vladimir Mayakovski, contenido por veinte poemas de mi autoría, fotografías y parágrafos de su vida, obra y muerte, los cuales han sido de estudio e inspiración de mi poesía. Su estilo futurista, ritmo sonoro, imágenes escritas, impetuosidad en cada estrofa, personalidad sobrenatural, son aportes a nuestras generaciones poéticas.
El proceso de proletarización en la Rusia zarista con la desigualdad en la distribución de las siembras entre los campesinos que no cubrían sus necesidades con el ingreso de la agricultura.
La gran burguesía concentraba su riqueza con más de la mitad de las siembras. El hundimiento del zarismo, sus continuas derrotas, incompetencia militar, pérdidas territoriales, dos millones de muertos, desmoralización de las tropas, desabastecimiento, subida de los precios, el pueblo ruso demandaba paz y pan. El malestar de las masas favoreció la aparición de focos de protesta entre el conjunto del pueblo y los grupos de oposición política. El poeta Vladimir Mayakovski con tan solo 13 años fue encarcelado, acusado de estar a cargo de una impresa clandestina del partido comunista, luego será detenido otras dos veces, la última en 1909 por organizar una fuga de mujeres encarceladas, por lo que cumple un año en prisión: tenía 17 años. Las imágenes del trabajo de los obreros son invocadas en los recuerdos de infancia, cuando escapaba al río Ríon viendo las fábricas y el trabajo arduo de los obreros, juega con otros niños a ganarse tres rublos, su padre era guardabosque y solía llevar al pequeño Vladimir en sus rondas a caballo por el distrito. Su trato personal con los campesinos, el conocimiento de las injusticias que tenían que soportar, desarrolló en el poeta sensibilidad a través de su obra un desgarrado amor por el pueblo que llegara hacer la nota dominante de su poesía. En 1906 muere su padre al pincharse con una grapa envenenada, antes recorría los bosques helados de Georgia, ciudad que lo vio nacer un 19 de julio de 1893. Su madre Alejandra Alexándrovna, viuda, con tres hijos, la pensión de viudez no era suficiente y el poeta se inicia en la pintura decorativa elaborando huevos de pascua de madera. A temprana edad escribe sus primeros poemas adaptándolos a su realidad social, tan evidente su protesta en papel que fueron confiscados por el régimen zarista.
Mayakovski en una sociedad sumergida por el medievalismo zarista y la religión ortodoxa se enamora de una mujer casada, Lili Brik, escritora y productora cinematográfica.
GRITA Maiakoswki que te oiga el cielo
dile que nos sos ángel, que sos pájaro,
dile que tus ojos son fuego, que fulguras
por las noches, y nunca duermes.
Grita Maiakoswki, grítales a los dioses,
diles que no sos santo; que sos montaña
que sos borrasca, que te lleva el Rión
sin rumbo fijo.
Diles que de niño te injurió tu madre:
¡Venite chiquillo maldito!
Diles que de niño te dio
una paliza tu padre.
Diles que la prisión te arrancó el miedo.
Grita Maiakovski que te sienta el cielo.
Dile que tu poesía es evangelio:
Bienaventurados los soberbios,
los bastardos, las putas,
el descalzo, el obrero, el vagabundo.
Ellos no heredan la tierra; la hurtan.
Ellos no piden cielo; lo arrebatan.
Diles que respiramos sus almas
ese frío nevado que entumece las orejas…
Y se escuchan como piano en Moscova,
como un canto bajo la lluvia.
@Magda Bello
En el año de la muerte del líder soviético Lenin, continuo sus viajes poéticos al extranjero: Lituania, Francia, Alemania, en 1926 visita cuba por unas horas y sigue a México donde el pintor y muralista Diego Rivera lo esperaba en la estación de Buenavista. Finaliza su gira en la ciudad de New York y de ella escribe en sus memorias: “No rindo mi sombrero ante la ciudad de los burgueses”.
Y un 14 de abril de 1930, la noticia del suicidio de Mayakovsky conmocionó a todo Moscú. Su cuerpo permaneció durante tres días en el Club de Escritores, decenas de miles se despidieron del poeta incinerado y enterrado en Novodevichy. Sus amigos más cercanos, incluyendo el escritor Yuri Olesha, acudieron al lugar apenas se enteraron del incidente. Se sentaron en silencio en la sala y escucharon el sonido de la madera crujiendo, que venía del cuarto: - “La madera solamente podría sonar de esa manera cuando se parte”, escribió Olesha. Alguien estaba cortando la pared con un hacha. Unos momentos después, un doctor con bata de laboratorio blanca pasó por la sala corriendo con una vasija. Adentro, estaba el cerebro del poeta que fue llevado al Instituto del Cerebro, fundado por los Bolcheviques en 1928, como un esfuerzo para tratar de canonizar a Lenin. El cerebro de Lenin se unió a la selección de otros genios proclamados en el “Panteón de los Cerebros” que mostraba los cerebros de las mentes más brillantes de la Unión Soviética, en frascos de vidrio. El cerebro de Mayakovsky, pesaba 1.700 gramos, 360 gramos más pesado que el de Lenin, lo que desconcertará a muchos. El escultor Konstantin Lutsky lo inmortalizó al poeta con una máscara póstuma.
Vladimir Mayakovski es el precursor de la corriente literaria futurista que proclama en sus versos equidad y progreso, es el poeta por excelencia de la poesía rusa del Siglo XX. Es la voz de los obreros del mundo.
Magda Bello
Editora, ensayista, novelista y poeta.
Premio Internacional de Poesía Rubén Darío, 2018
