México Sin Filtros
Stephany Lavalle
"Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá": Mateo 7:2
Hablar de discriminación en México es un tema que a pocas personas les gusta, porque lo sienten ajeno a su vida y a su país; para muchas personas no se discrimina y si se cumple con estas características se piensa que son casos aislados, pero la realidad dista mucho.
La idiosincrasia de mexicano es protestar y exigir que respeten sus derechos fuera del territorio nacional como sucedió con el movimiento ’stop discrimination’, una claro ejemplo sobre hechos que han causado indignación entre la sociedad mexicana por actos de discriminación hacia compatriotas en territorio estadounidense, pero ¿por qué no exigimos los mismos derechos para los mexicanos y extranjeros dentro de territorio mexicano?
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) define que la discriminación es dar trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero en algún momento lo hemos causado o recibido.
Toleramos y practicamos la discriminación en el país y lo que es peor, el mexicano discrimina a otro mexicano por ser pobre, indígena, gay, por su color de piel, lenguaje, estatura, discapacidad, enfermedad, sexo, religión, postura política… en México se discrimina por todo.
Cuántas veces hemos escuchado expresiones como ’Hay que mejorar la raza’, ’Indio’, ’Choto’, ’Joto’, ’Machorra’, ’Chairo’ , ’Derechairo’, ’Cojo’, ’Jodido’, ’Prieto’, ’Tenía que ser vieja’, ’Naco’ , ’Descalzo’; este lenguaje es tan común en nuestro país, que lo toleramos sin causarnos la menor indignación.
Es claro que la discriminar en México no es caso de un grupo social específico, todos hemos hecho y sufrido actos de discriminación.
Expresamos una repulsión por Donald Trump por decirnos públicamente violadores, animales o delincuentes, sin embargo nuestra doble moral nos permite atacar al mexicano o extranjero indocumentado de países de Suramérica, porque ahora con el fenómeno mundial de migración, los mexicanos también nos damos el lujo de discriminar al hermano peruano, ecuatoriano, cubano, colombiano, haitiano, venezolano, boliviano, salvadoreño, etc., cuyo único ‘crimen’ es pasar por el territorio mexicano en su travesía al norte.
¿Por qué no discriminamos europeos, estadounidenses o a los asiáticos que vienen a vacacionar a los lugares turísticos? Porque en nuestro México principalmente se juzga a las personas por su nivel de ingresos, color de piel y aspecto físico; seguiremos viendo mexicanos desgarrándose las vestiduras en redes sociales por actos de discriminación en el mundo, mientras le dicen ’jodido’ al que pide caridad e ’indito’ a la persona que viste y habla según sus costumbres.
Esto es el México ’tolerante’, el de la doble moral.