Secretaría de Cultura Ciudad de México, ¡nada me debes!, ¡estamos en paz!.


Todo podemos olvidar de un poeta, menos su lugar de origen, ¿olvidar? más que un descuido, es la póstuma injuria literaria que denota un vago conocimiento de la vida y obra de nuestras glorias latinoamericanas

Secretaría de Cultura Ciudad de México, ¡nada me debes!, ¡estamos en paz!.

Temas clave / Magda Bello

Cultura
Junio 08, 2020 23:48 hrs.
Cultura ›
Magda Bello. Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2018 › Líderes Políticos

7,757 vistas

𝗖𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗖𝗶𝘂𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗠é𝘅𝗶𝗰𝗼, ¡𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗺𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗲𝘀 ❗, ¡𝗲𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗽𝗮𝘇❗.

Todo podemos olvidar de un 𝗽𝗼𝗲𝘁𝗮, menos su lugar de origen, ¿𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗮𝗿❓, más que un descuido, 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗽ó𝘀𝘁𝘂𝗺𝗮 𝗶𝗻𝗷𝘂𝗿𝗶𝗮 𝗹𝗶𝘁𝗲𝗿𝗮𝗿𝗶𝗮 que denota un vago conocimiento de la vida y obra de nuestras glorias latinoamericanas


Por 𝗠𝗮𝗴𝗱𝗮 𝗕𝗲𝗹𝗹𝗼, poeta y escritora nicaragüense, premio internacional de poesía Rubén Darío 2018.

Recientemente leí una postal de la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México, que decía así :

« Expresamos nuestras más sinceras disculpas, por haber publicado una postal sobre el aniversario del fallecimiento del gran poeta mexicano AMADO NERVO, adjudicando una nacionalidad errónea »

Todo podemos olvidar de un poeta, menos su lugar de origen, ¿olvidar? más que un descuido, es la póstuma injuria literaria que denota un vago conocimiento de la vida y obra de nuestras glorias latinoamericanas.

En 1919, los restos mortales de 𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼 cruzaron el océano en un féretro oficial, decorado en bronce y latón, el cadáver del prócer y excelso poeta fue conducido a México por la corbeta argentina ARA Uruguay, escoltada por barcos argentinos, cubanos, venezolanos y brasileños. En México lo esperaban con un apoteósico homenaje y fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres, un 14 de noviembre.

El poeta del amor y la vida, padecía de un síndrome urémico, usual en personas con problemas crónico renal. 𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼 se encontraba en Montevideo, representando a su país en el Congreso Panamericano del Niño, en compañía de su amigo Juan Zorrilla de San Martín, que lo asistió en sus últimos momentos.

Cuatro años antes de su muerte escribía ❞𝗘𝗻 𝗣𝗮𝘇❞ uno de los más famosos poemas del escritor mexicano nacido en Tepic, una ciudad enriquecida por la Poesía ya que muchos poetas de origen Nayarita han cruzado fronteras siendo reconocidos en México y en otras partes del mundo; como: Amado Nervo (1870-1919), Alí Chumacero (1918-2010), Alfredo Corona Ibarra (1916-1989) Guillermo Llanos (1927-presente) Octavio Campa Bonilla (1944 – presente) y Joaquín Cosío (1962-presente) este último actor y poeta.

Pero 𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼, una de las principales figuras del modernismo hispanoamericano le escribe también a la muerte, un poema existencial que describe la dignidad ante la inminente partida de los hombres de este mundo.

𝗘𝗻 𝗣𝗮𝘇

𝑀𝑢𝑦 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑜𝑐𝑎𝑠𝑜, 𝑦𝑜 𝑡𝑒 𝑏𝑒𝑛𝑑𝑖𝑔𝑜, 𝑣𝑖𝑑𝑎,
𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑚𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑛𝑖 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎 𝑓𝑎𝑙𝑙𝑖𝑑𝑎,
𝑛𝑖 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜𝑠 𝑖𝑛𝑗𝑢𝑠𝑡𝑜𝑠, 𝑛𝑖 𝑝𝑒𝑛𝑎 𝑖𝑛𝑚𝑒𝑟𝑒𝑐𝑖𝑑𝑎;

𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑒𝑜 𝑎𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑟𝑢𝑑𝑜 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜
𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑜 𝑓𝑢𝑖 𝑒𝑙 𝑎𝑟𝑞𝑢𝑖𝑡𝑒𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜;

𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑎𝑗𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑖𝑒𝑙𝑒𝑠 𝑜 𝑙𝑎 ℎ𝑖𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠,
𝑓𝑢𝑒 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑢𝑠𝑒 ℎ𝑖𝑒𝑙 𝑜 𝑚𝑖𝑒𝑙𝑒𝑠 𝑠𝑎𝑏𝑟𝑜𝑠𝑎𝑠:
𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑡é 𝑟𝑜𝑠𝑎𝑙𝑒𝑠, 𝑐𝑜𝑠𝑒𝑐ℎé 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑟𝑜𝑠𝑎𝑠.

...𝐶𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜, 𝑎 𝑚𝑖𝑠 𝑙𝑜𝑧𝑎𝑛í𝑎𝑠 𝑣𝑎 𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑛𝑜:
¡𝑚𝑎𝑠 𝑡ú 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑑𝑖𝑗𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑎𝑦𝑜 𝑓𝑢𝑒𝑠𝑒 𝑒𝑡𝑒𝑟𝑛𝑜!

𝐻𝑎𝑙𝑙é 𝑠𝑖𝑛 𝑑𝑢𝑑𝑎 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑒𝑛𝑎𝑠;
𝑚𝑎𝑠 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑡𝑎𝑛 𝑠ó𝑙𝑜 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒𝑠 𝑏𝑢𝑒𝑛𝑎𝑠;
𝑦 𝑒𝑛 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑜 𝑡𝑢𝑣𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑎𝑠 𝑠𝑎𝑛𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑒𝑟𝑒𝑛𝑎𝑠...

𝐴𝑚é, 𝑓𝑢𝑖 𝑎𝑚𝑎𝑑𝑜, 𝑒𝑙 𝑠𝑜𝑙 𝑎𝑐𝑎𝑟𝑖𝑐𝑖ó 𝑚𝑖 𝑓𝑎𝑧.
¡𝑉𝑖𝑑𝑎, 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑠! ¡𝑉𝑖𝑑𝑎, 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑝𝑎𝑧!
𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼

El poeta, novelista tras mudarse a Mazatlán y Sinaloa, incursionó en el periodismo y siguió esta línea cuando se trasladó a Ciudad de México, donde escribió, colaboró y formó parte de la redacción para diversos periódicos y revistas, como El Universal, El Nacional, El Mundo, y la Revista Azul de Manuel Gutiérrez Nájera.

En 1900 viajó a París como enviado especial del diario El Imparcial a La Exposición Universal. donde conoció a 𝗥𝘂𝗯é𝗻 𝗗𝗮𝗿í𝗼, pues este también fue enviado especial por parte de La Nación de Argentina. Ambos poetas compartieron un apartamento en París durante varios meses. Su amistad alcanzó su máxima expresión, tanto así que Rubén Darío cuando entró en agonía el 5 de febrero de 1916, tenía en sus manos un Cristo de plata que le obsequió el poeta mexicano. (ahora este relicario es objeto de colección en El Museo Archivo Rubén Darío, León, donado por la poeta Rosario Murillo. (𝗮𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹 𝘃𝗶𝗰𝗲𝗽𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗥𝗲𝗽ú𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗡𝗶𝗰𝗮𝗿𝗮𝗴𝘂𝗮).

𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼 fue nombrado ministro plenipotenciario en Argentina y Uruguay. Siendo su último cargo.

Amado Nervo se enamora una sola vez, en Francia, donde conoció a 𝗔𝗻𝗮 𝗖𝗲𝗰𝗶𝗹𝗶𝗮 𝗟𝘂𝗶𝘀𝗮 𝗗𝗮𝗶𝗹𝗹𝗲𝘇, un amor entre las sombras, él como diplomático tenía que librar los convencionalismos de la época. Pero la peste se inmiscuyó un domingo 17 de diciembre de 1911. Ana cayó enferma de tifoidea. Por tres semanas batalló contra la muerte. Compartieron sus vidas por 10 años, en casas separadas pero unidos por el amor. Al final día y noche, y sin solicitar a la cancillería como miembro del servicio exterior para cuidar a su amor clandestino. 𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼 escribió:

«𝐴 𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑎𝑟𝑑𝑒, 𝑎 𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑦 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝑎 𝑙𝑜 𝑠𝑢𝑚𝑜, 𝑒𝑟𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑎 𝑙𝑎 𝑖𝑑𝑜𝑙𝑎𝑡𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑛𝑓𝑒𝑟𝑚𝑎 𝑦 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑖𝑟 –𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛ú𝑎 𝑁𝑒𝑟𝑣𝑜-. 𝐸𝑟𝑎𝑛 𝑑í𝑎𝑠 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑖𝑛𝑐𝑒𝑠𝑎𝑛𝑡𝑒. 𝑇𝑒𝑛í𝑎 𝑦𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑖𝑛𝑛𝑢𝑚𝑒𝑟𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠 𝑎𝑠𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑜𝑠, 𝑎𝑐𝑢𝑑í𝑎𝑛, 𝑎𝑑𝑒𝑚á𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑣𝑖𝑠𝑖𝑡𝑎𝑠 𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑠 ℎ𝑜𝑟𝑎𝑠. 𝑌 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑎𝑚𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑠𝑒 𝑎𝑔𝑖𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑓𝑖𝑒𝑏𝑟𝑒 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑙𝑒𝑐ℎ𝑜, 𝑦𝑜, 𝑎 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑘𝑖𝑙ó𝑚𝑒𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑐𝑎𝑠𝑎, ℎ𝑎𝑐í𝑎 𝑠𝑢𝑚𝑎, 𝑚𝑢𝑙𝑡𝑖𝑝𝑙𝑖𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠, 𝑟𝑒𝑑𝑎𝑐𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑛𝑜𝑡𝑎𝑠, 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑒í𝑎 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑜𝑠 𝑣𝑖𝑠𝑖𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠, 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑í𝑎 𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑢𝑙𝑡𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑎 í𝑛𝑑𝑜𝑙𝑒 𝑒 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑑í𝑎𝑠 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑎𝑝𝑎𝑟 𝑎 𝑙𝑎𝑠 𝑖𝑛𝑣𝑖𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑐𝑢𝑟𝑖𝑜𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑐ℎ𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 í𝑛𝑡𝑖𝑚𝑜𝑠»

Ana falleció el 7 de enero y el poeta quedó devastado, bien lo dice su misiva:

«𝗘𝘀𝗮 𝗺𝘂𝗷𝗲𝗿
𝗘𝘀𝗮 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗵𝗮 𝘀𝗶𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗮𝗺𝗽𝘂𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻 𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗼𝗹𝗼𝗿𝗼𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼. 𝗨𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗵𝗮 𝗶𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲 𝗺𝗲 𝗵𝗮 𝗱𝗮𝗱𝗼 𝘂𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗵𝗮𝘇𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗺𝗶𝘁𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻. 𝗟𝗼𝘀 𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗱𝗮𝘇𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮ñ𝗮 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗮𝗹𝗹𝗶 𝘁𝗿𝗲𝗺𝘂𝗹𝗼𝘀, 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗯𝗼𝗿𝗯𝗼𝘁𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗻𝗴𝗿𝗲. 𝗟𝘂𝗲𝗴𝗼 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗳𝘂𝗲 𝗮𝗿𝗿𝗲𝗯𝗮𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼 𝗼𝗺𝗻𝗶𝗽𝗼𝘁𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗠𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲, 𝘆 𝗲𝗹 𝗼𝘁𝗿𝗼, 𝗺𝗶𝘀𝗲𝗿𝗼, 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗼 𝗹𝗮𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼, 𝗹𝗮𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼… 𝗟𝗮 𝘁𝗿𝗲𝗺𝗲𝗻𝗱𝗮 𝗿𝘂𝗱𝗲𝘇𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗴𝗼𝗹𝗽𝗲 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗱𝗼 𝗮𝗽𝗮𝗴𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗿𝗶𝘁𝗺𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮… 𝗦𝗶𝗴𝘂𝗶𝗼 𝗹𝗮𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼, 𝗮𝘀𝗶 𝗹𝗮 𝘁𝗿𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮ñ𝗮 𝗺𝘂𝘁𝗶𝗹𝗮𝗱𝗮; 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗼 𝗹𝗮𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗮𝗴𝘂𝗹𝗼𝘀 𝗼𝗯𝘀𝗰𝘂𝗿𝗼𝘀 𝘆 𝗹𝗮𝘁𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘃𝗶𝗮»

El amor le clavo el alma y un año después sin recuperarse de la ausencia de su amada se inspira y escribe:

❞𝗟𝗮 𝗦𝗲𝗿𝗲𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱❞

’’𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑣𝑒𝑟𝑎,
𝑚𝑢𝑒𝑟𝑒 𝑡ú 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑦𝑜 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑎....

¡𝑌𝑜 𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑒, 𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑡𝑒 𝑡𝑟𝑎𝑗𝑒
𝑓𝑢𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑛𝑜𝑏𝑙𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎ñ𝑒𝑟𝑎
𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑎𝑗𝑒.

𝑅𝑖𝑚𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜𝑠
𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜𝑠
𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑟
𝑒𝑛 𝑙𝑜 𝑖𝑛𝑚𝑒𝑛𝑠𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑎𝑟𝑐𝑎𝑛𝑜,

𝑦 𝑣𝑎𝑦𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜
𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑓𝑢𝑖𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎: ¡𝑠𝑖𝑛 𝑡𝑒𝑚𝑒𝑟!’
𝗔𝗺𝗮𝗱𝗼 𝗡𝗲𝗿𝘃𝗼



Derechos Reservados

Queda prohibida su reproducción parcial y total de esta publicación, derechos reservados por su autor 𝗠𝗮𝗴𝗱𝗮 𝗕𝗲𝗹𝗹𝗼 y Revista Líderes Políticos.



Ver nota completa...

Escríbe al autor

Escribe un comentario directo al autor

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.


Secretaría de Cultura Ciudad de México, ¡nada me debes!, ¡estamos en paz!.

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.