La Selección Mexicana de Fútbol marcha con paso perfecto en la Copa de Oro de la Concacaf, un evento deportivo en el que luce como favorito indiscutible y en la que el único partido que lo pondrá a prueba será aquel que libre en la final contra Estados Unidos, pues así ha sido diseñado el sorteo.
Sin embargo, si la justa deportiva en lugar de evaluar las habilidades de los equipos para anotar goles -y no recibirlos- midiera la calidad de vida de sus habitantes, los resultados serían muy distintos; al menos así lo indica el índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora Naciones Unidas con corte en 2018.
De entrada, México sería el último lugar de grupo e incluso caería a la décima posición general en cuanto a favoritos para ganar el torneo, por lo que su participación acabaría en la fase de grupos.
Estados Unidos seguiría siendo finalista, sin embargo, cargaría con el estigma de continuar siendo segundo lugar, pues su calidad de vida es superada por Canadá.
La disputa entre el 3er y 4to puesto estaría entre Bermudas y Martinica, ganando el primero de estos.
Y todavía habría 5 equipos que culminarían el torneo de la Concacaf por encima de México.
Probablemente la prioridad para la afición mexicana debería ser la de exigir una mejor calidad de vida, pues si ingresamos los equipos que juegan la Copa América, sería desplazada otras 5 posiciones más abajo gracias a Catar, Japón, Chile, Argentina y Uruguay… y solamente de aquellos que participan en las justas referidas.
Así pues, terminando el evento deportivo, la tristeza y la alegría cambiarán de bando al toparse con la realidad.